Las personas se sienten responsables de colaborar y aportar  a los demás instrumentos y argumentos que le permitan desarrollar hábitos y conductas saludables desde el concepto global de promoción de la salud y del bienestar: informando, educando, movilizando, formando, sensibilizando, generando una cultura responsable y reduciendo los factores de riesgo.

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     Se sienten responsables: 

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En primer lugar de promover una conciencia social sobre la importancia de los problemas, los daños y los costes personales y sociales relacionados con las conductas de riesgo que generan adicción.

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En segundo lugar de colaborar en aumentar las capacidades y habilidades personales y colectivas que fomenten hábitos saludables, favorezcan la toma de decisiones positivas en referencia al uso de drogas, legales e ilegales y otras conductas que generan adicción. Impulsar el ocio y tiempo libre saludable y  conseguir retrasar la edad de inicio del contacto con las drogas y otras conductas de riesgo

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Y, en tercer lugar, de promover la responsabilidad en referencia a las conductas saludables, con uno mismo, con las personas cercanas y con la comunidad.

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